Después de otro año más en el que la industria de la construcción no logró igualar las cifras pre pandemia, el Producto Interno Bruto (PIB) -nominal- del sector está en 8,7 % hasta 2022, dos puntos porcentuales menos de lo registrado en 2019.
¿El principal conflicto? La inversión en obra pública que se registró en 2022, que en base a los informes de fin de año, fue la más baja de la última década. Esto sin mencionar que los protagonistas del sector también muestran preocupación por el comportamiento del mercado en temas de inversión, sobre todo en el primer trimestre de 2023.
Para conocer más sobre el sector y la actualidad en Quito, Mundo Constructor conversó con Leopoldo Ocampo, Presidente de la Camicon. El ejecutivo enfatizó que la coyuntura nacional no abona en una reactivación de la industria, mucho menos en su crecimiento, ya que el sector depende en su 70% del desarrollo en obra pública.
Además del trabajo en infraestructura pública, el sector de la construcción debe poner una perspectiva sustancial en el mercado inmobiliario y de vivienda. Ocampo sostiene que si no hay una correcta planificación a largo plazo, los problemas se seguirán agravando. “Cada año, Quito crece en 45.000 habitantes a nivel poblacional. Lo mismo que una ciudad como Otavalo”, sentencia.
Por eso, desde la Camicon se hizo un llamado al alcalde electo de Quito a evitar los diagnósticos, y apostar por propuestas concisas. “Como puntos principales, debe haber una planificación coordinada entre la empresa privada y el Gobierno municipal, así como entre todas las entidades públicas municipales”, señala Ocampo.
A esto se añade la propuesta de minimizar la burocracia, sobre todo en los procesos de documentación, que en casos extremos alcanza un alto número de meses que se asemeja al mismo tiempo de construcción de proyectos. Además de una correcta consideración sobre temas de riesgo constructivos y su prevención.
En esta nueva gobernanza, Ocampo sostiene que la planificación de suelos y su correcto mantenimiento y prevención a amenazas, será uno de los puntos álgidos en los que los arquitectos e ingenieros también tendrán una labor relevante. “Las zonas estratégicas en las ciudades deben tratarse como tal. No puede ser que en Solanda, la Junta Nacional de Vivienda haya aprobado construcciones de una sola planta y terminen siendo de tres. Debe haber estudio preciso de suelos”, sostiene.
En este sentido, Ocampo cree que se debería llamar a gremios, arquitectos e ingenieros experimentados para asesorar sobre estos procesos que requieren control de seguridad constructiva, así como el nivel de vida de los moradores.
A esto se añade el desaprovechamiento de las zonas industriales para construcciones de este tipo. Según el Presidente de la Camicon, no está ocupado más del 5 al 10% de estas zonas porque los precios son demasiado altos.
Ocampo asegura que es una urgencia en toda la comunidad de la construcción que se arme un plan de cultura tanto para la ciudadanía, como a nivel administrativo o gobierno, así como también de la industria de la construcción. “La comunidad debe ser aportante a la sostenibilidad para que sea algo tangible. La basura debe industrializarse, porque es capaz de generar trabajo y beneficios económicos”, asegura.
En este sentido, el presidente aconsejó establecer lugares específicos para depositar los escombros producto de las construcciones. Además, recalcó en la importancia de reutilizar los desechos y establecer un modelo ‘circular’.